No es ganar ni perder, no es el brillo de
la copa, no es las alabanzas de cuando ganas ni el consuelo cuando pierdes…
No, no es eso.
Tampoco las fotos en el periódico ni los
reconocimientos públicos. Eso está bien, si, pero no es eso….
La primera vez que escuché eso era
jugadora infantil y se lo oí decir a una de las cadetes. “Entrenamos para poner
campos patas abajo”. Entonces no lo entendí.
Es una expresión muy “de pueblo”, muy
nuestra, muy autentica… y muy cierta.
Nuestro pabellón, por ejemplo, es un buen
exponente. Es nuestro pequeño circo romano, nuestro escenario. No hay nada
comparable a que tu campo grite por ti. Nada. Ni tan siquiera alzar trofeos
(eso a veces se aproxima). Pero el resto no, nada…
Esa sensación… no tiene palabras que la
describan. Te juegas te pequeño trozo de gloria, tu partido importante del año
y tu campo, TU “poli”, está lleno… en su humildad. Las 300-400-500 (que mas da)
personas que entran allí gritan por ti, rugen por ti, las sientes de tu lado.
Y el partido es difícil, porque el rival
es un buen rival.
Y el marcador es apretado porque así lo
exige tu rival, porque te lleva al límite.
Pero tu entrenas para esto en el fondo,
para esta situación, para vivir esta clase de cosas… Y entonces ocurre.
Tu tiro entra, tu defensa es buena y
robas la pelota, tu salto a por el rebote es mayor que el del rival y el balón es
tuyo en el momento clave… Entonces todo el pabellón ruge a la vez, a veces
mezcla de alegría y admiración de los que están de tu lado y de contrariedad de
quienes apoyan a tu rival. Pero todo el pabellón, todo tu pequeño mundo, tu
circo romano particular ruge por ti. Eso no tiene precio y te engancha, quieres
sentirlo otra vez. Quieres volver a poner el campo a tus pies.
Eso te envenena y lo sabes. A veces ganar
o perder no es tan importante.
Porque entrenas para poner el campo “patas
abajo”, a tu favor, para ti y tu equipo.
La temporada apenas ha empezado, llegarán
esos momentos, trabaja por y para ellos, por y para tu equipo…
Porque, ¿sabes lo que te saldrá espontáneamente
cuando eso ocurra, cuando el campo esté a tus pies?
Lo que a tantas otras, tantas veces,
durante tantos años…
Agarrarás con fuerza tu camiseta o
apretarás los puños mientras gritas “VAMOS!!!”.
VAMOS SELAYA!!!!
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