Decálogo para intentar ganar una final:
- Escucha a tu/s entrenador/es y sólo a tu/s entrenador/es; es la persona mas interesada (junto a ti y tus compañer@s) de que el equipo gane.
- Tu compañero de equipo es tu fuerza. No eres nada sin él y el no es nada sin ti. Por eso es tu mayor prioridad.
- Respeta a tu rival. No es más que tu, pero tampoco menos. Si está en la final, es porque lo merece tanto como tú.
- Respeta a los árbitros. En el deporte que practicas, a nivel aficionado, los árbitros quieren hacerlo tan bien como pueden, lo mismo que tu. Respeta sus decisiones y ayuda a que el partido curse con la máxima deportividad y la máxima competitividad.
- Respeta a tu gente. Ellos no necesitan estar ahí, no necesitan madrugar, no es una prioridad un domingo por la mañana de baloncesto… pero ahí están, porque tu se lo pediste, porque saben que te hace ilusión, porque quieren ayudar… por lo que sea. Ellos creen que pueden ayudarte a ganar y merecen tu respeto.
- Respeta a tu club. No importa cuál sea… respétalo. Ellos te formaron cuando no sabias nada. Te dieron balones y campo para jugar. Te dieron cariño y un escudo que defender. Les debes tu esfuerzo.
- No existe nada que merezca la pena que no exija un gran esfuerzo. Los sabios dicen que si no, no merecería la pena…
- Estar a la altura de los que te precedieron nunca es fácil. Jugadoras de gran nivel vistieron tu camiseta en finales pasadas y el club las recuerda con cariño, ganaran o no. ¡¡¡Por algo será!!!!
- Hoy no juegas solo para tu club, juegas para la historia. Juegas para forjar la historia de tu club y eso es algo que debe aumentar la mejor versión de tu caracter.
- Nadie tiene la más remota idea de lo que se siente con la camiseta roja y blanca sobre tu piel en una final. Ellos, el público, creen que sus gritos son sólo voces anónimas que pasan por tu oído sin afectarte. Ellos no saben que cuando el Poli grita “Selaya!!!! Selaya!!!! “ a ti se te pone la piel de gallina y te vacias al máximo, te hace sentirte vivo… y das gracias por poder decir que tu tuviste el honor y el orgullo de jugar para Selaya en una final. Sólo lo saben los que ya lo vivieron. Juegas para Selaya y hoy no hay nada mas importante.
Sólo tu, tu equipo, un balón y un rival al que
intentar ganar.
Vamos Selaya!!!!
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